NAGÁ
A menudo confundidos con las lamias, los nagás tienen parte de homínidos y parte de serpiente. La diferencia fundamental con las lamias, es que los nagás son eminentemente acuáticos y sus torsos guardan más parecido con el de los reptiles.
Habitan en lagos y pantanos, de los que se consideran protectores. Las Ciénagas es probablemente la región conocida donde esta raza está más propagada.
A pesar de sus relaciones hostiles con los humanos, en algunas culturas son venerados como deidades protectoras de las aguas. A menudo se les considera rivales de las sirenas y, sin ir más lejos de la realidad, las luchas territoriales entre ambas criaturas son bastante frecuentes.
Se cree que los machos tienen veneno y que las hembras son las únicas sensibles a la magia.
Las relaciones hostiles con los humanos y otras razas inteligentes han hecho que los nagás se conviertan en criaturas muy territoriales, especialmente las hembras.
Los machos tienen el cuerpo completamente recubierto de escamas y tienen más de reptil que de homínido. A pesar de que son de naturaleza más tranquila que las hembras, responden de manera bastante agresiva ante las amenazas.
Sus brillantes escamas son a menudo codiciadas por cazadores y mercenarios.
