
DRAGÓN

¡Qué decir del rey de las criaturas míticas! El dragón sin duda es el soberano por excelencia de todos los seres que pueblan la tierra, surcan los cielos y nadan en los mares. No hay criatura más astuta, feroz, fuerte ni majestuosa. No hay ninguna equiparable al dragón.
A pesar de que mucho es conocido por el populacho sobre los dragones, se necesitaría un bestiario entero para hablar de tan profusa materia como es el estudio de estas criaturas. Todo el mundo sabe que exhalan fuego por la boca (algunos veneno e incluso ráfagas heladas), que son de naturaleza acaparadora y que hay gran variedad de razas.
Se cree que los dragones son unos de los últimos supervivientes de las razas que gobernaban antiguamente el mundo, junto a gigantes, grandes autómatas y seres extintos hace millones de años.
Al tratarse de criaturas tan conocidas por todos, quizás sea una pérdida de tiempo dedicarles demasiado espacio en este bestiario.
Sin embargo, algo que no podría dejar en el tintero es que los dragones son capaces de generar un lazo único con un humanoide, al que transforman completamente en otra criatura.
Se dice que antiguamente hubo diez de ellos y que fueron sus enormes poderes los que les condujeron a la desgracia.
Si hay una criatura que realmente merezca ser comparada con los dragones sin duda son ellos: los erkans.


La familia de los dracónicos es tremendamente amplia y a menudo se encuentran clasificados por su número de extremidades, su capacidad o no de exhalar fuego y el medio en el que viven.
Mientras que algunos dracónicos como los guivernos, las hidras, las serpientes marinas o los kana a menudo no son considerados dragones, otros, como el lung o los emplumados queztalcoalts sí reciben este honor.
En el caso de los anfípteros, tan sólo los de gran tamaño son considerados dragones mientras que los más pequeños son devaluados a simples serpes de aire.