GORGONA
Poco se sabe del aspecto de las gorgonas, pues al contrario que con los basiliscos y cocatrices, no hay nadie que haya sobrevivido para contarlo detalladamente.
Algunas descripciones nos las muestran como mujeres aladas, con manos de cobre y serpientes en lugar de cabello. Otras descripciones coinciden en que se tratan de monstruos femeninos con serpientes en la cabeza, pero nos las representan con cuerpo de lamias. En lo que todas las descripciones coinciden es en su capacidad para petrificar con la mirada, lo que las haría parientes de los basiliscos y cocatrices.
Mientras que estos últimos son cazados por brujos y cazadores con frecuencia, rara vez hay alguien dispuesto a aceptar un contrato para acabar con gorgonas. Se desconocen sus capacidades, pero se las atribuyen poderes mentales y de curación.
Aquellos que se han aventurado en alguna guarida de gorgonas y han escapado a tiempo, aseguran de que se tratan de monstruos implacables.
Testimonios varios dicen que son impredecibles y son capaces de surgir repentinamente de cualquier rincón en cualquier instante.
Las descripciones más verídicas las obtenemos de imprudentes que vieron morir a sus compañeros en un intento de cacería.
Mientras que los basiliscos tan sólo hacen que los seres queden completamente inmóviles, se dice que las gorgonas realmente les transforman en estatuas de piedra.
En los cuentos se asegura que las gorgonas tienen innumerables estatuas en sus guaridas, a modo de colección privada, de todos aquellos desdichados que se atrevieron a perpetrar en su territorio.